El tema del feminicidio y de la marginación cultural de la mujer, no es un simple tema de moda, ni novedoso por parte de unas personas activistas denominadas “feministas” es una problemática social que es absurdamente estigmatizada por una parte de la sociedad; pues Las causas que conllevaron a que se creara este movimiento se han evidenciado a lo largo de toda la historia con énfasis relevante en la religión, dando precisamente fe de ello algunos apartes de la biblia que enfatiza en la superioridad del hombre sobre la mujer; cuyo fanatismo ha conllevado a millones de víctimas fatales dilapidadas, otras ahorcadas y muchas quemadas en la hoguera bajo el argumento y de paso calificativos de infractoras de la ley de Dios y brujas.
Y como todo resultado en la experiencia de la humanidad cuando una minoría es discriminada, violentada en extremo, en algún punto ésta emerge con fuerza respondiendo a estos actos de manera valerosa y sobresaliente; ya que han aparecido mujeres que han dejado huella marcando su camino de manera diferente destacándose en campos políticos, científicos, musicales, académicos y contribuyendo a cambiar la historia de comunidades; pero aún no es suficiente.
Hoy en día por fortuna las mujeres podemos gozar del privilegio de estudiar, acceder a cargos directivos, a cargos de elección popular aportando con características innatas que se nos atribuyen como ventajas comparativas frente al género masculino como son: el ser buenas administrando, acertadas estrategas y lo mejor de todo imprimiendo más humanización en las decisiones.
En el tema político en Colombia Recordemos que es sólo a partir de 1954 durante el gobierno de Rojas Pinilla que a la mujer se le concede el derecho a través del voto de decidir sobre la elección de gobernantes; y es muy inferior el término a partir del cual se le permite conformar las listas de candidatos, al punto que en un momento en el año 2000 con la ley 581 se legalizó que mínimo el 30% de dichas listas deberían ser ocupadas obligatoriamente por mujeres; Recientemente en el 2020 dicho porcentaje fue ampliado al 50% según artículo 84. Cuota de género de la reforma del código electoral, decisión esta última que ha generado polémica en cuanto a que no debería ser así es decir hecho por imposición. En lo personal si estoy de acuerdo; pues de lo contrario las listas seguirían siendo en su gran mayoría compuestas por hombres pues son espacios que se van ganando gradualmente así sea comenzando por una imposición legal. ya que en el momento histórico en el que se toma la decisión con dificultad asumirían voluntariamente y con éxito estos espacios a causa de la exclusión y el relegado puesto social en el que ellas se encontraban, la virtud de la imposición tras tres décadas de evolución está en que tras de las mujeres que se incluyeron por mero cumplimiento de requisito inician a aparecer mujeres con convicción y formación; cuyo objetivo es empoderarse de estos espacios legales impulsando el rol de la mujer en el escenario político. Según un análisis presentado por la ONU la registraduría en las pasadas elecciones del 2018, la participación de la mujer en política durante los últimos 24 años se ha incrementado en apenas un 10%.
Por otra parte, la violencia hacia la mujer no cesa, en los últimos años en el país, y recientemente con el tema del confinamiento por la pandemia COVID19 se ha evidenciado según las estadísticas un incremento en los casos de maltratos físico, psicológico, sexual contra la mujer. En lo corrido del año 2021 según informe presentado en radio cadena nacional se han asesinado a más de 20 mujeres en Colombia dentro de las cuales dos niñas, lo que se traduce en un promedio de una por día. ¿Cuál es la causa? ¿ De nada ha servido que se endurezcan las leyes a favor de las féminas? Las campañas y avisos ¿solamente quedan relegadas como propaganda mediática cuando se intenta resaltar el 08 de marzo en que se conmemora el día internacional de la mujer, alejándose de su verdadero significado social y cultural? ¿No han sido escuchadas las voces que valientemente se levantan en contra de estos actos cobardes?
A pesar del tiempo, de las líderes que han perdido sus vidas defendiendo los derechos de las féminas, de aquellas mujeres anónimas a quienes les han arrebatado sus reconocimientos en los campos científicos, artísticos y humanitarios, a los avances alcanzados por las reivindicadoras de la dignidad femenina y la legislación, los resultados siguen siendo insuficientes. Y nos preguntamos ¿será que el gobierno nacional está demorado en reforzar, no solo el tema pedagógico sino la aplicación del régimen sancionatorio sobre estos delitos? porque no se ha mitigado el índice de maltrato ni de feminicidios; considero entonces que el problema no ha sido abordado de manera efectiva, que el problema está arraigado en lo más profundo de nuestra cultura social, y si partimos de esto, con una pequeña iniciativa de educación entre la intimidad de la familia, donde sus elementos sean conscientes de que la mujer merece y debe ser respetada, no solo por el hecho de ser mujer, sino por su naturaleza de ser persona, como sociedad estaríamos trazando un nuevo rumbo.
Por: Katherine Escobar Ibarra