No traigas tu futuro al presente, vive tu presente con plenitud y consciencia porque si lo haces, te aseguro que tu futuro será brillante
¿Qué es la ansiedad?
Según el diccionario, es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo que experimenta del ser humano. Cuando esta angustia es extrema empieza a ser parte de las neurosis y debe ser tratada por psicólogos y psiquiatras. La ansiedad que nos resta paz interior, pues es el estado constante de preocupación por el futuro, y sobre todo del imaginar que éste futuro no va hacer positivo para nosotros.
¿Cómo combatir la ansiedad?
La mejor forma de combatir la ansiedad es volver al presente. Es la capacidad de enfocarse en la actividad que estoy haciendo y no en la que voy a hacer.
Es por eso que la meditación disminuye considerablemente la ansiedad. La meditación te apoya a relajar los músculos a regular tu respiración y por consecuencia equilibra los latidos de tu corazón. Las bases de la meditación
Cuando sientas ansiedad siéntate un momento a meditar enfocarte en tu respiración y vuelve al presente.
Otra forma de combatirla es dejando un lado los pensamientos negativos sobre el futuro y hacer afirmaciones en el presente.
Aquí les voy a dar un ejemplo de una coachee; ella vivía constantemente preocupada porque no iba a poder terminar las calificaciones de sus estudiantes y se quejaba constantemente de tener que llevarse el trabajo a su casa. Así que lo primero que hicimos, antes de organizar su tiempo, fue trabajar su actitud y dejar de pensar de que no iba alcanzar y empezar a afirmar que estaba haciendo los esfuerzos necesarios para lograr entregarlas en el plazo. Tan sólo ese cambio de pensamiento le dio mucha más paz y tranquilidad en su día a día.
Con este ejemplo quiero mostrarles que al aprender a observar nuestros pensamientos negativos y reemplazarlo por afirmaciones, nos apoya mucho a disminuir la ansiedad.
Sobre las expectativas
Otro aspecto que mencioné anteriormente sobre la ansiedad es que cuando sabemos que algo muy bueno nos va a ocurrir, ponemos todas nuestras expectativas en ese momento, causándonos igualmente ansiedad.
Es muy bueno aprender a proyectar desde el optimismo y la seguridad nuestro futuro, pero cuando esas proyecciones no se cumplen, debemos aprender a no deprimirnos. Aquí es cuando nuestra autoestima debe estar bien forjada para contenernos cuando no suceden.