Así es la vida… Un día te sientas frente a tu computadora y los sentimientos que te invaden son todos diferentes de los que alguna vez sentiste, de repente la novedad de la tranquilidad se vuelve tu mejor presente, las personas que llegan a tu vida sin esperar, las metas y todo por lo que soñaste todo; empieza a ser una realidad, todo es fresco y al mismo tiempo recordar te llena de preguntas, empiezas a pensar porque algunas cosas no son como te gustarían, quizás estamos muy afanados por tener lo que; a nuestro parecer es lo correcto, ni siquiera vislumbramos que a veces la misma vida nos está salvando de padecer grandes decepciones o que a veces somos unos niños eternos.
La decadencia de la vida de pronto se vuelve más evidente, y es que todos en estas épocas están huyendo de las relaciones, los 30s son los nuevos 20s y los 40s están llenos de solterones, que aún viven con sus padres, y siguen con el cuento de que aún necesitan de más experiencias para dar el paso de sentar cabeza. ¡Vaya idiotez! Si consideramos que a estas alturas del partido el incremento por suicidio ha incrementado, y de seguro nadie se pregunta ¿porque?, sencillamente la humanidad ha tenido más en cuenta pasar por la vida haciendo éxtasis del mero disfrute de la promiscuidad, las relaciones basadas en dinero, drogas o el mero hecho de llenar el vacío existencial, nos hemos olvidado del valor de tener relaciones duraderas, estables o con el mínimo de valor por la vida y el futuro.
Entonces recordé una conversación que tuve hace poco con un gran amigo, el cual me dijo algo así como «lo de ahora es tener relaciones polígamas para alcanzar la felicidad» -yo quedé absorta ante su afirmación… fue increíble entender que es el des amor finalmente es una pandemia.
El tema con lo decadente de estos tiempos no es solamente lo que les acabo de mencionar, en otros ámbitos te encuentras con más rayones en el cuaderno de la vida: trabajos que no llenan, expectativas sin alcanzar o personas que se empeñan en llenar solo un aspecto en su vida, entonces nos encontramos con personas que piensan que el amor no es sano y juegan a ser felices adelantando proyectos profesionales, y así van degustando otras maneras de vivir, «decadentes» para mi gusto.
Entiendo que todos nos enfrentamos con dolores, desiertos, futuros inciertos e intentamos curarnos con falsas ilusiones, perfumes baratos de esos que llaman fiestas, drogas y personas que ofrecen 5 minutos de cariño y en ese camino vamos despojándonos de la humanidad y el amor que nació con nosotros, entonces queremos caminar por donde no hay sendas, donde nadie cantó, por veredas de vacíos que mañana nacerán en amarguras y frustraciones, muchos en sus 40s arrepentidos verán como haber renunciado a ciertos amores o ciertas oportunidades fueron sus peores desaciertos, por no echar pa’ fuera las dudas por preferir lo inmediato a lo real, por preferir la soledad. A claro que la soledad no siempre es una mal compañera, entiendo que todos la debemos ver a los ojos alguna vez en la vida, simplemente algunos la ponen al frente como pared a todos sus problemas, la vuelven su excusa perfecta para mantener una vida disfuncional sin apegos, ni compromisos, y es ahí: Mi querido lector, cuando la soledad no es tan buena; es como esa novia que te ama y te adora al principio, te hace ver que todo es bueno, te entrega todo, luego te exprime lo puro y bueno, para después marcharse dejándote completamente (solo), si; es dicotomía que la soledad te deje solo… entonces ¿qué pasaría si usted que me lee y yo que escribo, entendiéramos que lo importante no es hacer de las emociones y situaciones de la vida algo decadente? – todo debería convertirse para cada ser en un apogeo- el amor debería volver a significar lo que es amor, las metas deberían ser un plus, nunca lo más importante o lo único que te llene, el dinero debería ser solo dinero, y la felicidad debería ser una decisión, no un mal día … ¡qué utopías!
Los invito a reflexionar sobre qué valor están dando, a sus relaciones, metas que los mueven, sueños que los inspiran y pensamientos que les sueltan una sonrisa, si lo piensa la vida resulta así más bella.
Encuentra tu paz, haz de tu vida un apogeo y empieza a dar amor de nuevo.
Andrea Pulido
Senxura Bogota