Hace un mes tuve la fortuna de conocer el Departamento de Arauca, sus matices y contrastes eran dignos de una tierra rica en fauna y flora, pero abatida por el conflicto armado en Colombia, también de una guerra por la frontera de Arauca y como dice el autor Fabio Cadena en su canción Tierra del Joropo “Aquí las fiestas son, del cuatro al ocho, Llega diciembre y es un alboroto, Puro coleo, puro joropo, Y la gente es más criollita que un racimo de topocho”.
Caminando por la ribera del río Arauca llegaron a mí varios pensamientos de resiliencia de un pueblo que lucha por una igualdad y una vida digna. Colombia se encuentra en un momento donde la migración es un escenario visible y permanente, Según datos de migración Colombia del mes de octubre de 2019 respecto a la movilidad humana de ciudadanos venezolanos hay 1.630,930 de los cuales en Bogotá se estima hay 327.635 ciudadanos.
En mi paso fugaz por esta tierra supe que las problemáticas de tierra y beneficios propios pasan a un segundo plano cuando enlazamos aquello con el contexto LGBTI, las mujeres trans somos víctimas de indiferencias culturales, familiares, laborales y también de patria, olvidadas y relegadas del cual la educación y la falta de oportunidades laborales es la única herramienta para erradicar la diferencia de género. Sororidad, una palabra que se repite, pero no se aplica en momentos de indiferencia racial, social, de género o bullying escolar.
Recordar a las personas LGBT están siendo asesinadas y reconocer estos crímenes es un avance para lograr una reconciliación incluyente en el país. Ya pasó el día Internacional de la Mujer y son muchas las celebraciones y palabras que recibimos de las personas cercanas a nosotras, una fecha para respetar y recalcar que desde la diferencia se puede construir país, un país donde las mujeres trans, las mujeres víctimas de conflicto armado, las mujeres raizales, las mujeres amas de casa, las mujeres que ya no están a causa del feminicidio somos tejedoras de paz.
Una mujer segura de sí misma se viste de fuerza y dignidad.
En marzo de 2019 La corporación Red Somos logró realizar el primer encuentro nacional de OBC que atienden a población refugiada, migrante y/o retornada viviendo con VIH con apoyo de ACNUR, Open Society, OIM, AFA y PNUD. Este se realizó con el objetivo de Promover la participación, tanto de organizaciones venezolanas en Colombia como de organizaciones que prestan asistencia a refugiados y migrantes y/o colombianos retornados que viven con el VIH, para incidir en el diseño de políticas públicas territoriales y nacionales, y en las respuestas sectoriales en materia de salud y en particular sobre el riesgo de sostenibilidad de respuesta frente al VIH en el país. A este espacio asistieron representantes de 35 OBC provenientes de 12 departamentos de Colombia, 2 OBC venezolanas y la participación de 4 agencias de Naciones Unidas.
En esta oportunidad el II ENCUENTRO NACIONAL DE ORGANIZACIONES DE BASE COMUNITARIA QUE TRABAJAN EN SSR Y VIH/SIDA Y ATIENDEN A POBLACIÓN REFUGIADA, MIGRANTE, Y/O RETORNADA EN COLOMBIA pretende hacer una revisión de los compromisos y acuerdos asumidos, reconocer experiencias exitosas nacionales e internacionales en el tema de VIH y migración, oportunidades existentes y establecer un plan de trabajo para los próximos dos años que incluya los nuevos retos.
La atención en salud en Colombia, a pesar de ser un derecho consagrado en la Constitución Política, se ejerce a través de un sistema de aseguramiento derivado de la ley 100 de 1993, que impide que ciudadanos no asegurados en cualquiera de las modalidades (contributivo, subsidiado, especial y/o vinculado) puedan tenar acceso pleno a la atención en salud.
La epidemia de VIH en Colombia y Venezuela es concentrada en poblaciones clave en hombres que tienen sexo con hombres y mujeres trans, cuyas prevalencias alcanzan hasta el 26%. En relación con las metas de ONUSIDA 90-90-90, los avances para el 20182 evidencian que el 85% de las personas que viven con VIH conocen su condición, 60% reciben TAR y 43% tienen una carga viral indetectable, es decir que existen limitaciones de acceso al tratamiento y vinculación como a la adherencia al tratamiento, relacionados con barreras administrativas y estigma y discriminación a las poblaciones clave, y hoy con mayor énfasis en población refugiada y migrante.
En Colombia por ejemplo entre el 2017 y 2018 se ha aumentado en 281% lo casos de ciudadanos venezolanos con diagnóstico principal de VIH y que ha tenido atenciones en salud. Según datos del ministerio de Salud sobre un universo aproximado de 441.167 personas -entre 15 y 49 años irregulares, que no pueden acceder al Sistema de Salud colombiano-, se estiman cálculos cercanos a las 2.647 personas que viven con esta enfermedad.
Así mismo se incluirán invitados de organizaciones de base comunitaria pertenecientes a la Plataforma de las Américas y el caribe de Coalition Plus de la cual hace parte Red Somos, teniendo presente que se encontraran en el país en reunión del consejo ejecutivo: CAS Guatemala-IDH Bolivia-Kimirina Ecuador-AIDES Caribe-COCQ SIDA Quebec.