A propósito de lo sucedido días atrás con el medico que iba a ser robado y que reacciono asesinando a los tres agresores, se ha desplegado un debate público sobre la justicia por mano propia.
Entorno a dicho caso se abrió un proceso penal y el ente judicial es quien determine si hay un delito de homicidio o si precluye la legitima defensa; que es una ausencia de responsabilidad pues fue una actuación proporcionada ante una agresión injusta e inminente. No obstante, este principio está siendo mezclado y promovido por el común de la gente como la administración de castigos a quien se suponga que lo merezca, independientemente de la gravedad del crimen cometido.
Lo anteriormente expuesto, representa una problemática social considerable, ya que, Colombia ha estado permeada por la violencia, en donde se validan discursos como los de limpieza social, lo que en parte conllevo a la formación legal de las autodefensas desde 1960 con Guillermo León Valencia, luego, a la creación de las Convivir en 1994 con Cesar Gaviria, sirviendo de justificación para el nacimiento de los paramilitares.
A su vez, una de las principales causas de que un ciudadano tome represarías contra un criminal es la percepción que tiene sobre la impunidad, debido a la inoperancia de los sistemas judiciales, lo cual incrementa la falta de credibilidad de la población en la institucionalidad vigente. Así mismo, cabe destacar que cuando hay impunidad se presenta algún tipo de corrupción como; influencias para que se adopten leyes para proteger algunos culpables, obstaculización del proceso de justicia por demoras o excesos burocráticos.
El soporte institucional descansa en la confianza que se tenga del mismo, muestra de ello, es el fortalecimiento de una moneda, las inversiones que se realicen, el consumo de bienes o servicios para el funcionamiento del mercado, etc. De allí que, si los individuos no confían en el establecimiento y sobre todo en aquellos que están a cargo de mantener la seguridad, lo más probable es que lleguen a accionar de forma violenta.
De acuerdo con el World Justice Proyect (2016) que califica con un rango de 0 a 1, el país tiene unas calificaciones bajas de 0,23 en la justicia criminal, que corresponde a la eficacia de las investigaciones, el tiempo que demoran las mismas y la imparcialidad de los procedimientos, además, obtuvo un 0,2 por el lado de la justicia civil, referente al acceso de las personas al sistema.
Bajo esta óptica, muchos consideran que un proceso legal no conducirá a una condena apropiada para el delincuente o que estas tendrán demoras y trámites engorrosos, por lo que sería más efectivo si un particular propina una sanción que estime conveniente.
Usualmente, las víctimas son las primeras en implicarse, ya que, se percatan del delito y reaccionan, tratándose de legítima defensa, aunque, en ocasiones se extralimitan. De igual modo, se dan incidentes en que la misma comunidad o transeúntes se alertan y seguidamente se aventajan sobre otro, sirva de ejemplo, los linchamientos.
Así que, se manifiesta la ira de sentirse dañados de manera injusta lo que conlleva a querer solventar la afección, hay implícitamente un deseo a que el victimario le pase algo malo, según el criterio de cada uno, lo que puede devenir a un escarmiento desproporcionado e incontrolado que se aplica ante la más mínima contravención. Igualmente, afloran las convicciones religiosas tales como: balances cósmicos, baste como muestra, el concepto del karma, la ilusión de que el universo es justo y que a todos les llega lo que les toca.
En este sentido se comprende, que el fundamento para actuar de ese modo es la protección de la vida misma, pero, estos discursos y acciones en un contexto donde impera la violencia suponen una continuidad al ciclo de des humanidad, más aún, se pierde el foco de exigirle a las instituciones concernientes, las cuales deben desmantelar las grandes estructuras o bandas que se dedican a los hurtos, micro tráfico, sicariato y demás, puesto que, se ha aumentado el gasto en defensa de acuerdo con su Producto Interno Bruto (PIB). ¿Por qué los habitantes de a pie tendrían que hacer esa tarea?
Por Isabella Paz
Redacción Senxura Cali