Usar nuestro poder mental, emocional y espiritual para trascender y evolucionar de forma individual, salirnos del sistema, de una sociedad viciada, carente de sensibilidad ya acostumbrada al maquillaje de las apariencias y a la venta de sentimientos irreales, subastando en el viejo mercado la máscara perfecta que usaras para satisfacer tu ego y sentirte poderoso mientras cae la noche.
Hay lecciones que no fueron enseñadas en la escuela, ni en la intimidad del hogar, ni tal vez en las muchas horas de platica que has tenido con un amigo. Por qué solo ella la maestra perfecta, ella; “la vida” es la que a través de tus experiencias y las mías nos enseña el valor de la belleza, sentir a plenitud la esencia del espíritu y encontrar de forma real el significado del amor, ese amor universal del cual estamos hechos, aquel que nos hace a todos ser uno solo.
Cuando reconocemos que no podemos cambiar el mundo sin antes dar el primer paso y generar ese cambio dentro de nosotros mismos, comprendiendo que somos energía, que aquello que irradiamos hace eco, ya sea positivo o negativo afecta a otros, construye o destruye. Aceptando y desde allí avanzando en ese caminar para el cambio consciente, reinventándonos, soltando los viejos patrones de conducta, el conformismo, dejando de sobrevivir y liberándonos de todo aquello que no nos genere felicidad, mas allá de las formas externas, las etiquetas, miedos, limitaciones y creencias.
Nadie dijo que es fácil, bajo mi experiencia lo comparto. Dejar parte del sistema, hacer una revolución de mi misma y escapar de él a veces cuesta, son años anclados, llenando y llenando la mochila que nos hace cada vez más pesada la carga que llevamos a cuestas en la espalda.
Si bien decimos que debemos vivir el ahora, soy consciente que el futuro existe y que se construye con las decisiones que yo tome en el momento presente.
Esa es mi invitación ¿Que quieres para tu vida? ¿Que estás dispuesto a cambiar, a dejar, a reinventar para así avanzar en esa búsqueda de plenitud y de paz interior que tanto anhelas?
Por Albita Neira / Senxura Bucaramanga
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